28 de julio de 2012

La admiración

“No admires a nadie si no sabes admirarte a ti mismo”

Anoche hablaba con una amiga sobre hombres. (¿Qué raro no?). Y llegamos a la misma conclusión que con otra amiga la noche anterior: La base de las relaciones es la admiración.

Cuando la admiración desaparece la relación se rompe en pedacitos. Despacio, sin prisa, porque existen otras muchas cosas: cariño, respeto, costumbre… que se apagan lenta pero inevitablemente cuando desaparece la admiración.

¿Y qué es la admiración? Según el diccionario es la emoción que produce a alguien una persona o cosa por tener características extraordinarias. La otra definición, igual de bonita, es la sorpresa o extrañeza que alguien causa o siente.


Investigando por la red he descubierto que la admiración está catalogada como una poderosa arma de seducción. Lo intuía…

Podemos admirar tres cosas:

-          El carácter de una persona
-          Su inteligencia
-          O el curriculum profesional

Son características intelectuales. La admiración puede hacernos idealizar a una persona y es la base en el amor platónico (¿Quién no ha tenido uno?) pero también debe estar presente en el amor real, y como no, en la seducción.